sábado, 28 de noviembre de 2015

CUENTO CIBER-PUNK LUNDINESCO : ( INÉDITO)



UN SPLIFF PARA EL CIBERLUSTRABOTAS


POR MIGUEL LUNDIN PEREDO


Vuela sobre la ciudad en su recorrido diario busca clientes para
lustrarle las botas metalicas con bio-tinta de betun,el motor de su jetpack
se queda sin gasolina y se detiene debajo de un arbol de acero con hojas
artificiales fosforecentes,mira a un perro con cuerpo metalico,es un perro
cyborg más que camina por las calles buscando baterias para comer en
los basureros locales.

El ciberlustrabota se inyecta neuro-diesel en el brazo y sus ojos descargan
una energia verde explosiva.

Bajo el trance que le provoca el quimico saca un spliff de su bolsillo
y lo enciende con su dedo anular,lo fuma lentamente y sufre una desconexion
subita de la realidad.

-Otra victima mas de la pobreza de Neo Bolivia,capitán .Estos chicos
nunca aprenderan que mezclando spliffs de marihuana radioactiva
con neuro-diesel se queman los circuitos de sus biochips para siempre.

El capitán no dijo nada solo se limito a cubrir el cuerpo de el muerto
y a acariciar al perro cyborg callejero que aparecio inesperadamente
en el levantamiento oficial de otra victima mas de la ignorancia callejera.

El García Márquez de cuento se lo lleva Magela Baudoin

La escritora boliviano-venezolana muestra su emoción tras conocer  el resultado del certamen y con el libro ganador en sus manos
Un gran cierre de año para la literatura boliviana: la escritora Magela Baudoin fue declarada ganadora del II Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez, por su libro La composición de la sal (Plural), dotado de $us 100.000 más la posibilidad de que su obra sea distribuida en las 1.400 bibliotecas de Colombia.

El jurado del certamen, organizado por el Ministerio de Cultura colombiano, se pronució ayer en el teatro Colón, de Bogotá. En sus primeras declaraciones a los medios del país cafetero, Baudoin dijo que estaba muy orgullosa de estar allá y de haber sido la ganadora. “Por la gran herencia de García Márquez, que fue una puerta de entrada a la literatura. Lo amé desde el principio.

Esto que ustedes hacen en las bibliotecas es una cosa muy grande e inspiradora. Me lo voy a llevar a Bolivia, para que un día se creen en mi país bibliotecas. Me enorgullece también estar aquí con mis compañeros finalistas. Este premio es para ustedes también”, subrayó Baudoin, que junto a los otros cuatro finalistas del concurso (la ecuatoriana Gabriela Alemán, el peruano Carlos Arámbulo, el chileno Mauricio Electorat y el mexicano Juan Villoro) estuvo desde el lunes en Colombia, participando de distintas actividades literarias, mientras esperaban el fallo.

Obra
La composición de la sal es el primer libro de cuentos de Magela, que ya el año pasado obtuvo el Premio Nacional de Novela de Bolivia con su primer libro de este género, El sonido de la H. Antes, en 2010, publicó el libro de perfiles Mujeres de costado (Plural).

La escritora boliviana Giovanna Rivero señaló que el triunfo de Magela es muy importante para todos porque creo que termina de abolir la nociva idea de que nuestra producción literaria, con la que participamos en la representación del mundo, no tiene cabida en los circuitos internacionales.

“También confirma esa vieja verdad de la que nunca debemos desapegarnos: el trabajo duro y el absoluto compromiso con el propio arte jamás traicionan. Magela se ha entregado a una búsqueda profunda de sus caminos literarios y esa búsqueda le ha respondido. Ahora, a leerla con atención, que es la forma de celebrarla!”, indicó Rivero, que junto a la autora cruceña Liliana Colanzi, obtuvieron también importantes premios el mes pasado

viernes, 27 de noviembre de 2015

Ciencia Ficción en Bolivia

Sebastián Antezana
Escritor

"Hasta la fecha, De cuando en cuando Saturnina e Iris son los dos puntales más sólidos de la que puede ser una plataforma vital para posteriores y más prolongadas experimentaciones”.

Lector al sol

Si fuéramos a resumir sus ocupaciones en tres o cuatro frases, diríamos que los viajes en el espacio como premisa, el futurismo como bandera, la historia especulativa como trasfondo y la extrema tecnologización de las sociedades como marca registrada son algunas de las características de un discurso que ha devenido en género de culto tanto en cine como en literatura: la ciencia ficción.
Si fuéramos a definir muy a grandes rasgos este discurso, indicaríamos que en su vertiente literaria, la narración de ciencia ficción tiende a constituirse como una proyección pública de una trama privada, el gran despliegue de un relato de cauce y conflictos más bien interiores. Por eso, en gran medida, clásicos del género -como 1984, de George Orwell, o Fahrenheit 451, de Ray Bardbury- se leen fácilmente más allá de las historias que cuentan y se concretan como metáforas correspondientes a la coyuntura en que fueron escritos y, en rigor, correspondientes también a otras coyunturas.
Si fuéramos a dar algo más de detalles, podríamos ver que el núcleo común de todas las historias -las buenas- de ciencia ficción pasa por la confrontación con una parte de la realidad que no tiene que ver con el artificio técnico ni el desplazamiento espacio-temporal en sí mismo -salvo algunas excepciones-, que este núcleo construye una problemática atemporal que se concreta en paralelo a la historia del mundo y, por lo tanto, tiene la capacidad para cuestionarla.
De ahí que temas como el control totalitario, la intolerancia colonial en todas sus facetas, el drama ecológico, las relaciones humanas, la constante de la violencia, las transformaciones culturales -que siempre tienen como base al propio cuerpo- e incluso la historia intelectual, sean los centros de las mejores obras de ciencia ficción.
Si fuéramos a contextualizar la literatura de ciencia ficción en Bolivia sospecharíamos que es por eso que, quizás, los más grandes aportes que en el país se han hecho al género (pienso, sobre todo, en novelas como De cuando en cuando Saturnina e Iris, seguramente las dos cimas del género en nuestro contexto) tienen que ver con privilegiar la exploración de psicologías, imaginarios tradicionales, hechos históricos específicos e incluso reflexiones sobre la forma y posibilidades literarias (es decir, reflexiones meta literarias que en este caso se presentan como meta genéricas) antes que los elementos tecnológicos o fantásticos de las historias, elementos que sirven sólo como alegoría y soporte de una vocación narrativa más bien -por más paradójico que esto suene- ligada al realismo (hecho que, por otra parte, ya había sido anticipado con la transformación de una primera ciencia ficción clásica y futurológica al subgénero del cyberpunk).
Si dijéramos algo más -en realidad muy poco- sobre el contexto nacional, empezaríamos afirmando que en Bolivia tenemos una tradición todavía incipiente en lo que se refiere a la escritura de ciencia ficción -por no hablar de la tradición crítica del género que es, como la de tantos otros, inexistente-, un grupo relativamente pequeño de escritores que, sobre todo desde finales del siglo pasado, ha venido construyendo un corpus todavía desarticulado y con evidentes altibajos aunque ya más o menos visible.
Entre ellos, Alison Speeding y Edmundo Paz Soldán son quizás los dos casos más destacados con las novelas De cuando en cuando Saturnina (Speeding, Mama Huaco, 2004) e Iris (Paz Soldán, Alfaguara, 2014).
Ambas novelas narran historias complejas, altamente convincentes y capaces de interpelar nuestro horizonte políticocultural desde la especificidad del imaginario y las problemáticas andinas (la primera) y desde la crítica a la historia colonial y la cuestión minera (la segunda).
Hasta la fecha, De cuando en cuando Saturnina e Iris son los dos puntales más sólidos de la que puede ser una plataforma vital para posteriores y más prolongadas experimentaciones, la primera planta del futuro edificio de la ciencia ficción boliviana.
Si fuéramos a ahondar algo más en la cuestión de practicantes nacionales del género notaríamos que Paz Soldán y Speeding, desde luego, no son los únicos.
Durante los últimos años escritores reconocidos en el país han publicado libros como El huésped (Gary Daher, La Hoguera, 2004); El despertar de la bella durmiente (Adolfo Cáceres Romero, Kipus, 2009); Helena 2022: la vera crónica de un naufragio en el tiempo (Giovanna Rivero, La Hoguera, 2012); Después de las bombas (Gonzalo Lema, La Hoguera, 2012).
Además, autores quizás menos conocidos, y en su mayoría más jóvenes, nos ofrecen también libros que juegan con el género, como El viaje (Rodrigo Antezana, Nuevo Milenio, 2001); Memorias de futuro (Miguel Esquirol, La Hoguera, 2008); NOVA (Dennis Morales Iriarte, Kipus, 2013);  Hyperrealidad: El evangelio de las profundidades (Ronald Rodríguez, Premio Nacional de Literatura de Santa Cruz 2011), Samay Pata. Al rescate de los selenitas (Iván Prado Sejas, Kipus, 2012); El hombre (Álvaro Pérez, Kipus -Premio Plurinacional de Novela Marcelo Quiroga Santa Cruz-, 2013).
Si tuviéramos que finalizar esta pequeña reseña con una nota positiva, diríamos tal vez que la mayor -y quizás la mejor- parte de la literatura de ciencia ficción en Bolivia todavía queda por escribirse.
Esperemos que el nuevo milenio, auspicioso en este sentido como parece ser, asegure la promesa de una literatura de género comprometida con sus formas futuras, consciente de sus horizontes utópicos y el alcance de su imaginación distópica, y capaz de constituirse como canal productor de nuevos sentidos en el marco de los discursos culturales bolivianos.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Día de los Museos en la Región Metropolitana

Hernán Cámara muestra algunas de las piezas que son parte del museo que lleva su nombre y que fue inaugurado meses atrás en Colcapirhua. - Carlos  López Gamboa Los Tiempos

Hernán Cámara muestra algunas de las piezas que son parte del museo que lleva su nombre y que fue inaugurado meses atrás en Colcapirhua. - Carlos López Gamboa Los Tiempos.
Por primera vez, a iniciativa de la Dirección de Culturas de la Gobernación, varias instituciones culturales de los municipios de Cercado, Colcapirhua, Quillacollo, Vinto y Sacaba se unen para celebrar el Día de los Museos por la Integración de la Región Metropolitana.
Esta actividad –que se presenta hoy a las 16:00 en el patio de la Gobernación– se desarrollará este sábado 28 de noviembre a partir de las 9:00 y, además de la entrada libre, contará con un servicio de transporte gratuito que partirá de la plaza Colón.
En Cercado, serán parte de esta actividad el Centro Simón I. Patiño con sus salas de exposición y su Palacio Portales; el Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny, el Museo Arqueológico de la Universidad Mayor de San Simón, las casonas Santiváñez y Mayorazgo, el Museo de la Medicina del Hospital Viedma y la Casa Museo  Martín Cárdenas.
En Quillacollo abrirán las puertas los museos Comunitario Arqueológico Piñami y el Esteban Arze de Cotapachi, a cargo del Regimiento Escuela Policía Militar Nº 3.  El teatro Teófilo Vargas también será parte con una muestra de artesanía, cerámica, esculturas, artes plásticas y gastronomía.
Aunque todo el recorrido dura dos horas, en Sacaba las personas interesadas podrán conocer los puntos patrimoniales de Los Molinos y Melga.
En el municipio de Colcapirhua figura el Museo Hernán Cámara, un emprendimiento privado con una amplia colección de objetos arqueológicos y arte pre y post colonial. Finalmente, Villa Albina de Pairumani será el lugar con el que Vinto se suma a esta jornada cultural.
Esta actividad, que tiene el propósito de dar continuidad a la Noche de Museos, que en mayo de este año celebró su tercera versión,  surgió a iniciativa de la Oficialía de Cultura y la Dirección de Patrimonio, durante la gestión de Uvaldo Romero y Luz María Ordoñez.
“Esta primera versión (del Día de los Museos por la Integración de la Región Metropolitana) tiene el objetivo de motivar a que la población conozca estos lugares y a que se abran más museos en el eje metropolitano”, dijo ayer Uvaldo Romero, quien promueve esta actividad a través de la Dirección de Culturas de la Gobernación y en trabajo conjunto con las direcciones, secretarías y jefaturas de cultura de los municipios de Cercado, Colcapirhua, Quillacollo, Vinto y Sacaba.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Don´t skate here, el primer filme de patinetas en Bolivia

quitando los estereotipos el filme propone inspirar y mostrar la realidad El equipo del rodaje pasó por Santa Cruz. Filmaron en cinco ciudades de Bolivia

Los casi 40°C de Santa Cruz de la Sierra, a las 14:00, sobre el asfalto del Palacio de Justicia, no detienen a los ‘skaters’ cruceños que son parte del filme Don´t skate here (No patine aquí). El paceño ‘Leo’ Oviedo y el canadiense Alexandré Laprise filmaron esta hazaña la semana pasada como parte de la primera película boliviana sobre patinadores. Ya pasaron por Oruro, Sucre, Cochabamba y La Paz. 

Con la calidad necesaria para ser exhibida en grandes salas de cine, será estrenada en febrero del 2016 en Inglaterra, Perú y Chile; están en negociaciones con Brasil y Argentina y, próximamente, Bolivia.

El proyectoEl título de la película es una parodia de la serie de Discovery Channel Don´t drive here (No conduzca aquí), que grabó un capítulo en La Paz, reflejando lo difícil pero no imposible que es conducir en la sede de Gobierno. Lo mismo le pasa a los 'skaters' nacionales, a causa de la falta de pistas y ramplas de patinaje.

Según descubrieron, existen más de 300 ‘skaters’ activos en Bolivia. El 50% del filme es protagonizado por jóvenes de Cochabamba, donde este deporte logra apoderarse con más facilidad de esta ciudad, contrarrestando a los 20 sucrenses que lo practican.
Con un modesto equipo profesional de filmación, la dupla trató de recorrer todos los ‘spots’ (puntos donde se puede patinar) en las distintas ciudades. 

La banda sonora del filme tendrá solo a artistas bolivianos, como Surfing Wagner; y en la producción procuran usar la mayor cantidad de elementos nacionales posibles.

Los directores contaron que con este emprendimiento desean abrir el debate sobre el uso de los espacios públicos para esta actividad de entretenimiento saludable y que sea incluido en leyes que respalden su uso libre.

De igual manera, señalaron que pretenden inspirar y destacar a los ‘skaters’, además de reflejar la realidad actual de este deporte que es constantemente discriminado. 

La realidad“Pocas personas se animan a apoyar este emprendimiento, ni siquiera lo reconocen como un deporte. Piensan que somos maleantes” asegura ‘Leo’, que tocando muchas puertas logró auspicios de la tienda Trauma Skate Shop, de Cochabamba, y de empresas y negocios de Chile y Perú.
En el documental se observa que muchas veces los patinadores son botados de las plazas y de otros espacios, e inclusive son arrestados bajo el argumento de que es ilegal, sin que exista nada escrito en el código de Tránsito nacional ni en el código urbanístico del municipio, según los directores.

“Vienen cuatro policías a reducir a un ‘skater’; cuando en ese tiempo están robando, violando y matando”, se queja ‘Leo’, mientras sus compañeros intentan un backside boarslide (un truco con la patineta). Y, así, hay distintos testimonios sobre cómo se la tienen que ingeniar para continuar con esta práctica, que está siendo considerada para ingresar a las Olimpiadas de Tokio 2020.

“Este estilo de vida es inclusivo y comunitario, no es un deporte competitivo; se trata de que todos la pasen bien haciendo un uso justo de la ciudad”, dice Alexandré, esperando que esta actividad sea más conocida en el país y logre llegar más lejos

martes, 17 de noviembre de 2015

Tómalo o déjalo...

La competencia es como un juego de ajedrez. Si perdiste siempre podrás jugar otra ronda. Pelear no es necesario.

Si te deprimes frecuentemente y te quejas de la vida, esto se vuelve parecido al alcoholismo; cuanto más bebes, peor se vuelve. Las personas exitosas no se quejan todo el tiempo.

Solamente los tontos utilizan la boca para hablar. Una persona inteligente habla con la cabeza; una persona sabia, con el corazón.

Si gastas todo tu tiempo en el trabajo, tarde o temprano te arrepentirás.

El único fracaso es dejar de luchar.

Tu actitud hacia el trabajo y las decisiones que tomas son más importantes que tu capacidad.


viernes, 13 de noviembre de 2015

Supernova - Recuerdos y Postales











29

Soy la soledad entonces,
porque así te hago el amor en silencio,
y te acaricio cuando duermes,
porque me temes y a la vez me desprecias,
pero te amo y no lo sabes,
te beso
y no lo sientes,
te hablo y no me escuchas
pero ahí estoy, en tu pecho,
acariciando tus pezones con mis pestañas
yo,
soledad,
¡te amo!
no me dejes
Ha cesado la lluvia de mis manos luciérnagas
se cortan las luces de sus ojos sin uñas
y las nubes de cristal magnético se corren con el viento
vuelo sin chocar entre los tallos de plantas urbanas
me cortan las alas en el intento
pero sigo en el aire
mi cuerpo flota sin movimiento, no he perdido el equilibrio
porque no hay suelo
no hay caída
no puedo morir
no me puedes matar