martes, 30 de junio de 2015

16

Ha quedado tan grande el cielo, que ya no puedo dejarlo entrar al centro de mi morada.
Todas las mañanas toca mi ventana con sus párpados azules.
Podría decirle sin ser irrespetuoso;
ante todo buenos días, gracias por venir,
siento que seas tan infinito y que estés incomodo,
esto es tan pequeño y desordenado
perdóname por tener tantos limites,
pero hago lo posible para que disfrutes mi compañía.
Vuelve seguido, porque todo lo que tengo es tuyo, y me alegra conversar contigo.
Usualmente me siento muy solo.

XXXV


Vuelo…
Mis alas se mueven apenas en esta gran altura, donde el cielo tiene un color opaco, donde las nubes son ásperos algodones, donde no es visible la superficie.
El aire sopla tenue, suspirando en mi oído, impulsando mis largas ascensiones mediante la caricia de sus corrientes, tal si fuera marea, mientras la luna se acerca y la luz del sol desaparece.
Impulso mi velocidad, replegando mis movimientos con la furia del fuego, que emerge de mis poros.
Mi cuerpo entero ruge, cuando corto el viento e inicio un descenso, girando muchas veces, logrando mayor velocidad cuando empaló los nimbos cargados de luces, la electricidad me hace cosquillas.
La superficie se acerca a mi rostro, puedo ver los grandes cráteres de esta tierra devastada. Respiro profundo, porque el aire cambia con el calor de la gravedad.
Mi vientre se contorsiona, el vértigo
y la caída.
Mi poderosa propulsión levanta grandes columnas de tierra, tres metros antes de chocar. La fuerza detuvo el descenso como si fuera una pluma.
Faltaron centímetros para tocar el suelo, pero volví a elevarme girando incontables veces, copulando con el cielo. Eyaculé con el caos de mi munición en el aire azul.
Aumenté mi velocidad, fue cuando el viento comenzó a soplar en  contra de mi movimiento, entonces avancé en la misma dirección de la corriente, cortando en un ángulo imposible con la misma velocidad de propulsión. Mis motores explosionaron.
Me encontré con otras corrientes, suspendí la energía y me dejé conducir por las onduladas brisas de la estratosfera. Siempre la sensación de ser parte del aire será lo mejor de volar.
Entonces me desvaneceré, en medio de una tormenta mi cuerpo desaparecerá, volveré a la infernal velocidad que es a la vez mi arma y mi defensa.
Comenzará la lluvia. Nadie verá mi artillería antes de impactar en su blanco. Nadie podrá prevenir mis disparos, y las explosiones iluminarán los nubarrones, algunas gotas de agua se mezclarán con sangre y aceite.
Me alejaré invisible, pues yo jamás atacaré siendo descubierto.
Los relámpagos iluminarán mi sombra.
El fantasma de mi silencio será temido otra vez, porque ninguno de mis enemigos me pudo ver.
Seguiré volando entonces en la inmensidad del cielo, de la planicie invertida del espejo azul, sonreiré porque soy invencible.
Soy un dios.

domingo, 28 de junio de 2015

Constructores de mitos


Quince años han transcurrido desde el inicio de éste siglo, Aún sentimos la resaca de los legados de la contracultura que parió el siglo XX, y creemos firmemente en los iconos que se han consolidado mediante la televisión, resultando más fiables que los héroes históricos de nuestros países, los libertadores y los descolonizadores, esas estatuas en las plazas de nuestras ciudades. Veo que el fanatismo de los consumidores por los grandes mártires ha crecido y se ha convertido en una religión que protege a los nuevos soñadores, algunos muy perturbados por los mensajes de la nueva transición, que supuestamente protege al rebaño de las tentaciones mundanas que los medios ha liberado. Están descompuestos estos usuarios, enfermos por demasiada información, han sido absorbidos por las multinacionales que ofrecen servicios gratuitos para controlar sus vidas, por ello, ante tanta esclavitud moral asumen que sus libertadores son los monstruos que hoy se han convertido en héroes.
Es difícil la tarea del hierofante, conducir a ésta humanidad, está sólo, como muchos de los mártires, han emprendido sus aventuras sin ejércitos, sin armamento. Menudo sacrificio de éste humano, que es héroe de muchas minorías sin esperanza, que convoca multitudes y que debe mediar grandes conflictos.  Es un héroe nuevo, que no tiene capa ni espada, pero es valiente.
Qué se necesita para hacer un héroe real y moderno para motivar a las masas, qué necesitamos para encontrar a un nuevo mito, que sea más grande que la misma historia y que conduzca al mundo al nuevo encuentro. Tal vez no lo sabemos hasta que realmente todo deba cambiar violentamente.

Kimatica - Una breve observación al otro lado

Cuál es el motivo principal de la sociedad civilizada... Cuál es la razón de pretender sostener las leyes y las organizaciones... ¿Hemos hecho lo suficiente para comprender ésta vida como una existencia necesaria y obligatoria hacia los fines que perseguimos?
Somos cáscaras vacías, rellenas con conceptos y doctrinas, ideas que no son nuestras, la motivación que perseguimos es realmente la que corresponde a nuestros corazones. Nos educamos de acuerdo a lo que la sociedad espera y dejamos el colegio aguardando que las respuestas se clarifiquen en la universidad, pero es una decepción tras otra descubrir el lento proceso de supervivencia que tenemos que enfrentar. Nos comprometemos, tenemos hijos, nos endeudamos, fracasamos, deterioramos la salud, enfermamos, morimos. Pero nada es real.
Debo confesar que apenas puedo conciliar mis verdaderos propósitos en esta vida, y pese a que ahora los tengo claros la frustración es mayor con los golpes del tiempo y de la vida. He decidido entonces aceptar el reto, y como conocedor de la farsa que es la ley y la justicia no apuesto ni un centavo a la organización que respalda el Estado y la sociedad, prefiero acudir a mi estabilidad como ser humano y procurar por la seguridad de los míos, abandonando toda fe en esta farsa que es la humanidad.

Recuerdos del corazón perdido


Esta cautivadora novela te llevará a cuestionarte sobre la importancia de las decisiones y sus consecuencias sobre los demás y nosotros mismos. Situándonos en la ciudad de Cochabamba, conoce a Geppe, un espíritu atado a un adolescente que ansía volver al mundo sobrenatural con un cuerpo propio. Nadie puedo verlo o sentirlo, hasta que un día, aparece alguien que sí, otra criatura sobrenatural que permanece escondido en las sombras, Gabriel. Juntos, deberán ayudarse mutuamente sin ser descubiertos al mismo tiempo que la ciudad es atacada por un misterioso ser conocido como el devorador de almas.

Esta obra es la segunda versión de la saga "El Devorador de almas". Si bien no es la primera, puede leerse de manera independiente.

Canciones del corazón mojado


Una excelente novela de narrativa fantástica que nos introduce en el apasionante mundo sobrenatural oculto en la ciudad de Cochabamba. Moria es una joven estudiante que atraviesa la difícil etapa de terminar la secundaria. Súbitamente, su mundo se ve sumido en desgracia debido a un fenómeno extraño que provoca que las personas permanezcan en un estado "automático", sin sentimiento alguno. Descubre junto a Moria lo que es vivir con intensidad, sentir el mundo tal como es y no ocultarse detrás de un corazón seco.

Este libro es la primera versión de la saga "El Devorador de almas".