jueves, 10 de octubre de 2013

Titanes Vs. Angeles

Sin duda los artistas latinos están en su mejor momento, debemos mencionar el increíble trabajo de Alfonso Cuarón y su obra GRAVITY quizás la propuesta más interesante desde Kubrick Odisea 2001, y el maestro Guillermo del Toro, mexicanos que están acaparando la industria creativa de hollywood, en un espectro impresionante de películas blockbuster del verano gringo.
Sin embargo, me he cuestionado este vistoso y atrevido proyecto llamado Pacific Rim, el cual fue terminado en base a cruentas ediciones de todo el metraje original para mostrarnos en pantalla menos de dos horas de una obra que daba para mucho y con la plata puesta. He visto la película dos veces, pese al escenario de absoluta diversión y la hermosa puesta en escena, no he logrado conceder este mérito a Guillermo del Toro, quién fracasa con su intención de occidentalizar el fenómeno tecnológico de los robots versus titanes.

La historia es muy agil, acelerada y por momentos forzada, los robots sin antecedentes, se pelean contra los monstruos sin antecedentes y todo sucede muy rápido, mostrando al espectador un mundo muy reducido de una historia que claramente fue concebida por un japones en un animé descendiente de muchas generaciones de monstruos y mecanismos gigantes, propios del folclore nipón. Tenemos las conexiones neurales, la sincronización en los pilotos, la sensación de destrucción en el aire, las batallas que desbaratan ciudades, las personalidades de los robots, y por supuesto las pantallas de los líderes políticos encima del comandante de la operación.
El mundo animé es inevitable, y las comparaciones con Evangelion son obligatorias, para quienes hemos seguido los OVAS y hemos visto la colosal DEATH AND REBIRTH, esta película no es más que un remake copioso y delirante de la inolvidable serie japonesa. Y aquí viene el cuestionamiento, por qué hacer una película tan cara y meticulosa si va a ser objeto de crítica dura por el mismo público a la cual está orientada.
El mismo Evangelion ha sido recapitulado y su versión original ha pasado a la historia sin que ésta edición nueva pueda igualar el efecto que los fanáticos han sentido durante su vigencia, allá por los albores del milenio. Yo mismo no puedo describir las emociones que he sentido con las historias vertidas en la serie original y en su monstruosa película final, no apta para menores y mucho menos apta para personas sensibles. Es capacidad de los japoneses, la destrucción violenta de todos los sentidos y emociones, mediante el uso de recursos dramáticos, sangre y sufrimiento, por ello que Evangelion se quedará con nosotros los fans, que logramos sobrevivir al traumático desenlace de la historia, y nada lo podrá sustituir, ni siquiera el cine o una nueva historia.

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