Iván Prado Sejas
El cuento “El joven que subió al cielo”, recopilado por Jorge A. Lira y traducido por José María Arguedas, de cuentos quechuas, parece ser el primer relato con elementos de ciencia ficción. En el citado cuento aparecen alienígenas que vienen a la Tierra, y luego el personaje principal logra viajar fuera del orbe. El primer relato corto de ciencia ficción escrito del cual se tiene referencia es el "Don Quijote en el siglo XX"(1965) de Oscar Alfaro dirigido a jóvenes y niños. En este relato aparece descrito un viaje en el tiempo. Otro relato es “GROHUMO”(1968) escrito por Ernesto Camacho A., donde explora las dimensiones del Multiverso.
Periodo
1950-1999 (Siglo XX)
La
primera novela de ciencia ficción de la que se tiene referencia es “Víctima
de los siglos”(1955) de Armando
Montenegro. En la historia, aparece un viaje hacia el futuro, y el
personaje principal atraviesa una serie de peripecias en un mundo con grandes
adelantos tecnológicos. Otra obra es “Zedar de los Espacios”(1975), de
Ramiro Condarco Morales. Esta novela describe
la vida de un viajero sideral que va por diferentes mundos en una aventura
espacial. Por otro lado, Álvaro Pinedo publica “El Encuentro”(1967), un relato corto que cuenta sobre el encuentro
de seres humanos con alienígenas en territorio boliviano. A fines de los setenta, Fernando Diez de Medina publica la novela “El
Atlante y la Reina de Samos” (1979), donde se desarrolla una historia con una
mezcla de ciencia ficción y narrativa fantástica. Finalmente, en la última
década del siglo XX, se tiene a Hugo
Murillo Benich que produjo cuentos de ciencia ficción como “Supraespacio”, “El Imperio de Wallallu”, y una serie de cuentos de
ciencia ficción en el libro “OVNIs y
extraterrestres en los Andes” (1991). Por otra parte, Fernando Aracena
publicó la novela "Latinoamérica 2025" (1994) que
fue la primera novela boliviana de ciencia ficción que se difunde de forma
masiva por Internet. Es una obra que
tiene elementos de ciberpunk.
Entre
los escritores extranjeros, con radicatoria en Bolivia, se tiene a Werner
Pless, que publica la novela “Utopia 2487”(1989). El
elemento relevante en la obra es la tecnología que posibilita el viaje en el
tiempo. Asimismo, se tiene las obras de Harry Marcus que produjo obras dentro
el género de la ciencia ficción y la fantasía. Se destacan: “El Abismo de Estrellas” (1977), y “Proyecciones”
(1981).
Periodo
2000-2013 (Siglo XXI)
Este periodo resulta bastante fructífero, en cuanto a producción de
obras de ciencia ficción. En la primera
década, el
escritor Rodrigo Antezana Patton publicó “El
Viaje”(2001). Esta novela trata de un conflicto post apocalíptico entre dos
pueblos sobrevivientes. Alison Spedding, inglesa con radicatoria en el país,
publicó “De cuando en cuando Saturnina”(2004). Es una obra con matices indígenas, con elementos de Ciberpunk y
Opera Espacial. Luego, son publicadas las obras de
Iván Prado Sejas, como Las Amazonas, Poder y Gloria (2006), novela con
elementos de ciencia ficción y narrativa fantástica Crepúsculo en la Noche
de los Tiempos (2008), novela de ciencia ficción, con historias traslapadas
de seres de Sirio y terrícolas, y el libro de cuentos Los Sueños del Padre
(2010), con relatos de marcianos,
terrimarcianos y terrícolas. En cuento de ciencia ficción, se publica “Memorias
de futuro” (2008) de Miguel Esquirol Ríos, que consta una serie de relatos,
donde aparecen escenas locales con elementos de Ciberpunk. Por otro lado, se
publica “La
mujer que no se equivocaba” (2008) de Marcela Gutiérrez, relatos
de ciencia ficción donde aparecen alienígenas y portales dimensionales.
Asimismo la
editorial Correveidile publica una Antología de Ciencia Ficción y de Fantasía (2000)
con cuentos de varios autores
En la segunda década del siglo XXI, se da una mayor producción literaria
en la ciencia ficción. El escritor Gonzalo Montero Lara, que publica Huellas de Luna (2011), libro de cuentos
de ciencia ficción y narrativa fantástica y el Misterio de las Tres Tetillas (2012), novela que recupera una
leyenda local dentro de un marco de ciencia ficción y fantasía; Miguel Lundin
Peredo publica “Armaggedon Sphere X”
(2011), “Un Pueblo llamado Dreamcast”
(2011), “Fuga de Tropicalopolis” (2011), “Cyborgs,niños robots y
tormentas eléctricas” (2012) y
una serie de cuentos, donde introduce elementos del Ciberpunk; Sisinia Anze que publica “El Abrigo Negro” (2010), “La
Clonación de Cristo” (2012) y Las Últimas Profecías (2013), tres novelas
con tramas que combinan ciencia ficción y narrativa fantástica; Eduardo
Ascarrunz publica el libro “El Salar de
Maravilla” (2011) una novela que aprovecha los ambientes del salar de Uyuni
para crear un relato fantástico; Dennis Morales edita Venus Reluciente (2012),
novela de ficción dura; Anita Triveño publica “Sibelle para Benjamín” (2012) con elementos de fantasía y ciencia
ficción; Iván Prado Sejas publica “Samay
Pata: Al Rescate de los Selenitas” (2012), novela de ciencia ficción
blanda. Rompiendo esquema tradicionales, Ronald Rodríguez gana el premio
literario de Santa Cruz 2011 con “Hyperrealidad:
El evangelio de las profundidades”, con un estilo moderno de Ciberpunk.Escritores de otros géneros
Los
escritores de otros géneros que incursionan en la ciencia ficción son: Edmundo
Paz Soldán con el cuento “Reality Runner”,
sus novelas “Sueños digitales” (2000) y “El delirio de Turing”
(2003) con elementos de Ciberpunk; Miguel Ángel Gálvez que edita la novela La Caja Mecánica (2001), una historia
fantástica de suspenso ; Giovanna Rivero, publica Tukzon: Historias colaterales (2008) y Helena 2022, (2012), cuentos y novela con relatos sobre alienígenas
y viajes interdimensionales; Adolfo Cáceres Romero publica La Bella Durmiente (2009), cuento de viaje en el tiempo; Biyú
Suarez publica el libro de cuentos PARALELO 22 (2010) con relatos futuristas; Arturo Von Vacano publica cuentos de ciencia
ficción como Selene viene (2009), y; Gonzalo
Lema publica catorce relatos futuristas en su libro “Después de las Bombas” (2012).
Ciencia ficción boliviana en Internet
En la actualidad, la difusión por internet de la literatura de ciencia
ficción y narrativa fantástica se realiza a través del blog “Ciencia Ficción y
Fantasía en Bolivia”, desde 2009 y los coordinadores
son Miguel Esquirol Ríos e Iván Prado Sejas. Asimismo, Rodrigo Antezana, Miguel
Lundin, Miguel Esquirol e Iván Prado, publican artículos, comentarios y otros,
sobre ciencia ficción a través del internet. Se crea en 2013 SUPERNOVA, como
una sociedad de escritores de narrativa fantástica y ciencia ficción, y que reúne
a escritores bolivianos que difunden la literatura nacional a través del blog
SUPERNOVA y de una Revista Digital.
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