martes, 16 de julio de 2013

AVALON


Esta semana estuve colgado con una película que la vuelvo a ver cada vez que puedo, me afecta mucho en formas diferentes cada oportunidad y su música es impresionante.

Si con el éxito de Ghost in the Shell, Mamoru Oshii se había Ganado la admiración en el campo de la animación, lo mismo sucedería en el terreno de la imagen real con el largometraje Avalon, en 2001, alabado a partes iguales por la crítica más conservadora y su público. Desde la estética de la película hasta la confusión paranoica que experimentan sus protagonistas, todo hace de ésta una parte decisiva de la ciencia ficción del nuevo milenio, influida por el cada vez más difuso límite entre lo virtual y lo real. Hay que destacar el ritmo pausado, casi poético de sus imágenes, y la elegancia y solemnidad de su alucinante banda sonora compuesta por Kenji Kawai, de la cual yo soy víctima recurrente hasta las lágrimas.
Situado en un futuro donde ya no hay nada que hacer, sólo volverse adicto a este juego de realidad virtual llamado Avalon. Ash una jugadora prodigio se entera de la leyenda de un nivel más avanzado un nivel donde los detalles superan la realidad y se lanza a la búsqueda de al forma de como encontrar a este nivel; con este argumento simple y burdo Oshii nos cuenta que la realidad es aquello que nosotros deseamos entender como realidad.
Contada con un ritmo pausado y con una tonalidad sepia nos internamos en la vida de Ash y en su soledad, la realidad diaria de Ash es tan monótona y gris (sepia) que es fácil entender el porque buscar refugio en una realidad alterna, un buen tratamiento del tiempo y el espacio, vemos a Ash siempre sola en la ciudad, una ciudad en ruinas y habitada por ancianos o sombras de ancianos, Ash evita el contacto con toda persona ajena a Avalon. Algo así como una comparación metafórica con la cortina de hierro y el comunismo. En medio existe un misticismo moderado, ayudado por una leyenda y unos símbolos de programación expresados en personajes virtuales. 
Fue una decisión estética filmar en Polonia, le da un toque especial a la película, el mencionado tono sepia ayuda a que nos internemos en esta monotonía entre juego/realidad, pues el ejercito de este país facilitó equipamiento para las secuencias de guerra.
Para aquellos gamers, cyberpunks, steampunks, es recomendable verla por su fuerte contenido futurista y su formato de video juego, que empieza con la introducción, el nudo, y el desenlace en la escena final, y al igual que los mundos virtuales, el soundtrack revela la parte emocional del viaje.

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